La naturaleza volcánica de la isla y las erupciones que se han producido durante el último siglo han contribuido a aumentar la superficie de la isla, y han creado hermosos paisajes. Conos volcánicos, capas de pequeños fragmentos de roca, campos de lava, negros, ocres y rojos, el silencio… Todo ello crea una atmósfera sobrecogedora que nos conecta con la poderosa energía de esta naturaleza indomable.
¿Y si miramos al cielo? Es indescriptible. La Palma, certificada como Reserva Starlight, es uno de los mejores lugares del mundo para observar el firmamento. ¿Y si nos tiramos al agua? Asombroso. La isla cuenta con una de las tres reservas marinas de Canarias: un paisaje volcánico submarino de una belleza asombrosa lleno de cuevas, arcos y paredes, además de ser el hogar de muchas especies, algunas de las cuales son exclusivas de esta zona.
En nuestro camino de regreso a la superficie, pero sin salir todavía de las cristalinas aguas azules que rodean la abrupta costa de La Palma, podemos relajarnos en una de las maravillosas piscinas naturales que están protegidas del oleaje por coladas de lava que llegaban hasta el mar.
Juega y aprende con este juego superfácil.